martes, 25 de octubre de 2011

Vuelta a la auto-desconfianza, en clave de Mi

Mi paranoya (¿o paranoia?) me impide creer en una base de lectores, pero jamás me he mostrado en contra de gritarle al silencio. Al fin y al cabo, no puede durar para siempre, ¿no?

Ya que esto es un Blog, anónimo, no me importa decir que mi sueño, mi objetivo en la vida, es vivir de publicar mis historias, mis fantasías. Por eso dibujo, y me aprendo los movimientos de cámara que más me gustan, y por eso, por supuesto y ante todo, escribo. Pero claro, hay un pequeño detalle. Si se da la situación de que el lector no haya estado antes por estos lares, me gustaría que se tomase un momento para leer lo ya escrito. A mi me gusta. Bueno, repuestos de esa hipotética pausa, volvamos al asunto entre manos.

Quiero hacer un blog interesante, de verdad. Pero claro, yo lo único que he hecho de momento es soltar retazos de texto al vacío, sin contexto ni explicación. Es un enorme y complejo mundo, con muchos personajes y grandes aventuras e historias. Si, suena un tanto infantil, pero es que lo sencillo a veces se confunde con infantil.

De todas maneras, quería yo decir que me parece que estoy haciendo esto mal. No os estáis (¿hay alguien ahí?) enterando de la misa la mitad, porque la otra mitad solo está escrita en mi cabeza. Así que soltaros chorros de superhéroes que no conocéis no sirve de nada. Bien, eso es un avance. Clarostá que también hay algunos relatos que pretenden ser autoconclusivos, como 'Gotas', por ejemplo. O el poema chorra. Pero la calidad de la música bajo la que bailan las palabras en esos lienzos de oratoria (ojo, que un lienzo también puede ser malo, nunca diré que escriba bien...) es de inferior calidad.


Situación extraña la que se da en este emplazamiento del espacio-tiempo (rima casual) porque quiero escribir, pero en el caso de que alguien se pase por aquí, quiero que le valga unos minutos de su tiempo, que quiera volver y leerme. Y no por ego. Er... Vale, no sólo por ego. Es porque sin un pública crítico, no podré jamás mejorar.

Así que vuelvo a pedir, por segunda vez ya, pero probablemente no la última, que quienquiera que lea este Blog, ya sea de casualidad hoy, o de vez en cuando, me informe amablemente de qué es lo que le gusta de mis palabras, de cómo escribo, vamos, y qué no. Porque sin saber cuales son mis errores, jamás podré pulrilos. Por supuesto, ya veo errores. Sería un necio si me creyese perfecto. Pero un punto de vista externo es IMPRESCINDIBLE! Otra cosa es que lo consiga. Así que, ya queda dicho.

lunes, 24 de octubre de 2011

Goddamit!!

¡Pero que endemoniado demonio de todos los demonios congelados en el infierno de agosto ni que gaitas! Lo que te pasa, amigo, es que estás muerto.

La frase cayó en su cabeza con fuerza. Hizo algo así como un PLOP al llegar al fondo de su mente, y bajó la vista a sus manos.
-No parezco muerto-dijo.-Nada muerto.-prosiguió.- De hecho, me encuentro muy bien.¡Creo que se me han curado los pulmones!
El chiquillo le miró bajo su gorra de lana, con una mirada un par de décadas más vieja de la que debería ser capaz de poner en sus ojos.
-Mira, se que esto es muy raro, que estás en shock, o algo así.-le puso una mano en el hombro mientras hablaba, invitándole a pasear por la extraña plaza.- ¡Incluso estoy dispuesto a creer que eres listo! ¡Inteligente, aventuraría! Es todo el royo ese de la pérdida de materia, lo sé.
El ladrón se dio cuenta de lo que el chico daba a entender. Sí, claro que lo entendía. Era un burdo intento por distraerle y quitarle la cartera por detrás. Pero ¡ay del que lo intentase! Él se había estado ganando la vida durante AÑOS con ese método. Ahora no iba a ir un niñato de suburbio a ganarle, ¿no?

Y mientras tales ideas bailaban en destellantes zig-zags por su alargada cabeza, su verdadera cabeza pasaba bajo el arco de la plaza, para poder ver el cielo. Ese arco es conocido como el arco de Me Cago En Dios, dada la asiduidad al uso de esa frase, en ese lugar. Pero nuestro aguerrido ladrón era... bueno, aguerrido, así que simplemente enmudeció.

Sobre su cabeza ya no había techo, ni cielo. Tan solo una curba e infinita pared de fuego y humo, tan aterradora como puedas imaginar, y no sólo por si misma, era aterradora en dimensiones que no podemos ni observar. Y claro, luego estaba el horrendo rostro de la criatura que los vigilaba y los miraba a todos con fiero interés. Desmond no estaba seguro de si era el rostro de Satán o el de Dios, y no pensaba preguntarlo. Estaba centrando sus enormes ojos en él, y abrió la boca, para hablar.

domingo, 16 de octubre de 2011

Superhéroes. ¡¡Masked Knight!!

¡NOOOOOOOOOOOOOOOO!
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
¿¡¿¡QUË ESTÁIS HACIENDO!?!?!

   Los gritos no cesaban, nunca. Robo-bot, la fría máquina de matar, el secuaz definitivo de La Entidad, se estremecía de placer. Era uno de los muchos dones que le habían sido concedidos. Y mientras él disfrutaba, la fuente de ese deleite sufría como jamás había sufrido. Sufría mientras los secuaces retiraban sus huesos de su carne viva, sufría con cada bocanada de aire inyectado directamente a sus pulmones. Pero aún así su cuerpo se negaba a dejarle irse. Le retenía, atado a la consciencia. Le obligaba a sentirlo todo, a percibir cada nueva tortura ideada por su captor.

  A varios kilómtros de ahí, los restos del equipo médico se reunían entre las telas desgarradas y la madera ardiente. Helena, una de las pocas soldado supervivientes, se subió al montículo de arena creado por los proyectiles. Recordaba ver las luces en el cielo, las explosiones, y luego ruido y gritos. Y de las bombas salieron hombres, o máquinas. O ambas cosas. Lo único que recordaba era que eran dificiles de matar. Resistentes de narices. Luego, cuando habían acabado con todos, los vio irse con gente en brazos. Entre ellos a Luke. Y entonces se dio cuenta de lo que había pasado. Se vio rodeada de los demás supervivientes, débiles y heridos.

  Helena miró hacia delante y se le cayó el alma a los pies. Más máquinas se acercaban. Eran los de la segunda bomba, que se habían mantenido al margen. Pero entonces el mundo se giró, dio un traspiés, se retorció de dolor y se dio cuenta de que faltaba algo en ese lugar, en ese momento. Del cielo azul cayó un hombre, con una espada y una armadura, relampageando el arie a su alrededor. Se colocó entre los hombres máquina y ella, con la enorme espada en la mano.
-Hhh... Helena...- masculló- será mejor que busques a tu novio, o estará muerto en unas horas.
  La ficción nos ha enseñado que cuando alguien te dice algo así, se contesta ¿que? ¿cómo sabes qu..? Lo que la ficción no explica es que, cuando te dicen que si no obedeces lo que acaban de decir, en unas horas la persona a la que amas morirá, lo único que haces es obedecer.
  Y eso hizo Helena. En cuanto su sombra desapareció en el horizonte, Masked Knight sonrió y miró a los autómatas a la cara.
-Bien... Será mejor que os deis prisa, feos. No tengo mucho tiempo.